El elevado volumen de desplazamientos en transporte privado motorizado, buena parte de ellos para ir y volver del trabajo, es en gran medida el responsable del alto nivel de emisiones.
Los modelos de ciudad expansivos, al aumentar las distancias en muchos de sus desplazamientos, incrementan el uso del transporte privado y disminuyen los desplazamientos a pie.
Limitar y desincentivar la circulación de los vehículos privados, en aquellas zonas dónde se disponga de un transporte público eficaz, son algunas de las medidas que se deberían implantar a corto plazo.
A largo plazo las propuestas son: localizar los nuevos desarrollos en espacios que favorezcan la integración de la funcional de la ciudad, ajustar las tipologías de desarrollo urbano a la accesibilidad del espacio donde se ubican y ubicar las actividades económicas según las condiciones de movilidad.
El uso de medios de transporte mecánicos para realizar nuestros desplazamientos cotidianos es una de las fuentes de emisiones más importantes cuantitativamente y que más esta creciendo en los últimos años. Además produce emisiones difusas que no están vinculadas a la Directiva 2003/87/CE, que establece el protocolo para la comercialización de derechos de emisión de gases de efecto invernadero en la Unión Europea y persigue el objetivo de ayudar a cumplir las obligaciones derivadas del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el cambio climático y el Protocolo de Kyoto. Sin embargo, en 2007, España presentó el segundo Plan Nacional de asignaciones y la estrategia Española de movilidad Sostenible.
Tras subrayar y cuantificar la importancia de los medios de transporte mecánicos, especialmente los privados, en las emisiones de gases contaminantes, el artículo ahonda en las estrategias territoriales, especialmente en las zonas urbanas, con el objetivo de aumentar los medios de transporte más limpios.