La inclusión de los conocimientos tradicionales en el Convenio de Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica (1992) constituyó un hito fundamental tanto para el reconocimiento de su valor e importancia como para explicitar su íntima relación con la conservación y uso de la biodiversidad. Este Convenio reconoce la estrecha dependencia que tienen las comunidades indígenas y locales con los sistemas de vida tradicionales basados en los recursos biológicos, y establece que las Partes Contratantes respetarán, preservarán y promoverán los conocimientos tradicionales relevantes para la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica.
En las últimas décadas, el interés por los conocimientos tradicionales ha ido en aumento, tanto en su vertiente académica como en la de gestión del medio natural. Los conocimientos tradicionales se consideran una fuente de información para el diseño de políticas ambientales relacionadas con la biodiversidad. Así, en el contexto de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (conocida por sus siglas en inglés IPBES), el conocimiento científico se complementa con los conocimientos tradicionales para avanzar hacia políticas de conservación y uso sostenible de la biodiversidad más efectivas, cercanas y comprensibles por toda la sociedad. De la misma manera, este hecho tiene reflejo en la política de conservación de España, y en particular, en la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que recoge la necesidad de documentar y conservar los conocimientos tradicionales como parte del concepto de utilización sostenible de la biodiversidad. En su artículo 70, la Ley establece el mandato a las administraciones públicas de preservar, mantener y fomentar los conocimientos y las prácticas de utilización consuetudinaria que sean de interés para la conservación de la biodiversidad. Para ello, se promoverá la realización de inventarios de conocimientos tradicionales relativos a la biodiversidad.
En aplicación de este aspecto de la Ley, el Real Decreto 556/2011, de 20 de abril, para el desarrollo del Inventario Español del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, incluye como uno de sus componentes el Inventario Español de los Conocimientos Tradicionales. Con este marco de referencia, se ha desarrollado el Inventario Español de los Conocimientos Tradicionales relativos a la Biodiversidad. Un “inventario”, tal y como define el Real Decreto 556/2011, de 20 de abril, es un documento de carácter técnico que contiene información relativa a la distribución, abundancia, estado de conservación y utilización de elementos de la biodiversidad.
El Inventario Español de los Conocimientos Tradicionales relativos a la Biodiversidad se centra en los conocimientos tradicionales relacionados con la biodiversidad silvestre de España –flora, fauna y ecosistemas–. Adicionalmente, teniendo en cuenta lo establecido en la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, se incluyen componentes de la geodiversidad, íntimamente ligados con la diversidad biológica.
Los conocimientos tradicionales se estudian desde diferentes ámbitos académicos, por lo que una comprensión completa de los mismos requiere una visión holística y multidisciplinar. La aproximación fundamental para la elaboración de este inventario parte de la etnobiología. De esta disciplina –que une el estudio de la biodiversidad con la antropología– proceden las principales fuentes utilizadas. El inventario recoge conocimientos tradicionales previamente publicados, habiéndose utilizado únicamente obras en las que los conocimientos han sido recopilados mediante técnicas directas de recogida de datos, es decir, a partir de entrevistas in situ a informantes locales y observación participante (fuentes primarias).
Los conocimientos tradicionales son dinámicos y tienen fronteras difusas, por lo que para elaborar el inventario es necesario definir y delimitar el concepto de conocimientos tradicionales.