Bajo el nombre, ‘Lucha contra el veneno, acciones clave’, WWF, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, está dando un impulso a la lucha contra el uso ilegal de cebos envenenados en España. Gracias a la ayuda inestimable de los buitres Peñalara y Escobalón, se está recabando información clave sobre el comportamiento de esta especie amenazada por el veneno. Por el momento, se sabe que estos ejemplares marcados se alimentan de forma puntual en el mismo Centro de Tratamiento de Residuos de Ávila donde se acaban de encontrar muertos otros seis buitres negros. Este hallazgo demuestra la urgencia de actuar cuanto antes para evitar nuevas muertes.
Estas acciones estratégicas con actores clave para mejorar la eficacia de la lucha contra el veneno en España se centran en impulsar algunas de las herramientas más reconocidas por su eficacia para combatir el uso ilegal de cebos envenenados. En concreto, la mejora de la formación de los técnicos responsables de la aplicación de la normativa disponible, el desarrollo de las patrullas caninas para la detección de los cebos envenenados o el seguimiento de especies muy sensibles a los envenenamientos, como el buitre negro o el águila imperial ibérica.
Una de las primeras conclusiones de este seguimiento es que estos dos buitres marcados en el centro peninsular han visitado para alimentarse puntualmente el vertedero- ETRSU de Urraca Miguel, en Ávila, lo que supone un riesgo para su salud y la de su prole. Prueba de este peligro es el hallazgo estos días de seis buitres muertos en una semana en este mismo vertedero por el Colectivo Azálvaro, que teme un posible envenenamiento o intoxicación a causa de la ingesta de basura, pero todavía no se conocen los resultados de las necropsias.
WWF subraya que el marcaje científico de aves con emisores GPS facilita el seguimiento y su localización en caso de incidencia por el veneno, facilitando la pronta intervención de los agentes de la autoridad, lo que incrementa la probabilidad de detectar pruebas y de localizar a los posibles infractores. Esto es lo que se está realizando con los dos buitres negros Peñalara y Ecobalón marcados en el proyecto ‘Lucha contra el veneno, acciones clave’.
Peñalara tiene ocho años y desde 2011 forma parte de esta investigación para luchar contra el veneno. Según los datos de su GPS, el buitre se instaló en el Parque Nacional de Guadarrama, después visitó otras colonias de su misma especie situadas en el sur de Salamanca y el norte de Cáceres y ahora ha vuelto a Guadarrama, donde se está reproduciendo. Además, lo datos muestran que para su alimentación utiliza preferentemente las provincias de Segovia y Madrid.