El cambio climático es uno de los principales retos ambientales y sociales, con graves efectos sobre la salud. Sus efectos ya se están sintiendo hoy y las proyecciones para el futuro representan un riesgo elevado para la salud humana. De hecho, la OMS ya advertía en un informe en 2014 que el cambio climático causará unas 250 000 defunciones adicionales al año entre 2030 y 2050, solo debido a 4 causas seleccionadas, muy subestimadas si se consideran otros impactos directos e indirectos. Luchar contra el cambio climático, en este sentido, podría ser la mayor oportunidad del siglo XXI en materia de salud mundial, por el aumento de la resiliencia frente a sus impactos y por los cobeneficios que puede representar.
Con el objetivo de conocer la magnitud de esta problemática y concienciar y determinar cuáles podrían ser las posibles acciones para frenar el cambio climático, el Instituto DKV de la Vida Saludable presenta la sexta edición de su Observatorio de Salud y Medio Ambiente DKV ECODES, al que se suma la Red Española del Pacto Mundial, y en el que trata un tema de candente actualidad, sobre todo tras la firma del Acuerdo de París de diciembre de 2015: “Cambio climático y salud, actuando frente al cambio climático para mejorar la salud de las personas y del planeta”. El informe, dividido en bloques correspondiendo a diferentes ámbitos sobre la salud, ofrece de manera sencilla, divulgativa y visual, algunas claves, herramientas y propuestas que nos permitan conocer las relaciones entre el gran desafío global del siglo XXI y la salud. Todo ello desde el punto de vista de la salud pública y mundial, y los importantes beneficios directos, indirectos y cobeneficios que la lucha frente al cambio climático puede tener para todos. Entre los principales ámbitos se encuentran los escenarios meteorológicos extremos, la calidad del aire, la seguridad alimentaria o las enfermedades infecciosas transmitidas por vectores, todos ellos con una determinante influencia en la salud de las personas.
El estudio advierte que la contaminación del aire, muy relacionada con el cambio climático, ocasiona más de 33 000 muertes prematuras al año -como señala el informe Calidad del Aire en Europa 2015 de la Agencia Europea de Medio Ambiente-, que el aumento de fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes, ciclones o tormentas tropicales, es causante de unas 60 000 muertes anuales que pueden incrementarse con el calentamiento global, o que el cambio climático podría aumentar en un 20% el riesgo de sufrir hambre y malnutrición para 2050. Así, el cambio climático afecta a la salud de manera directa, sobre la mortalidad y la morbilidad (olas de calor, inundaciones, fenómenos extremos..) y de manera indirecta, a través de impactos sobre los ecosistemas y los sistemas sociales. Además, el Observatorio destaca la importancia de la comunidad sanitaria frente a este reto socioambiental, que desempeña un papel vital en la lucha contra el cambio climático, contribuyendo a aumentar la esperanza de vida y a la reducción de los casos de obesidad, cardiopatía y cáncer.