Las imágenes seleccionadas para esta exposición por el naturalista Joaquín Araújo nos recuerdan la fragilidad del planeta y nos ayudan a tener presente una serie de pequeños- grandes gestos que pueden ayudar a su conservación. Son detalles, obligaciones, que nos implican personalmente en nuestro día a día, como ahorrar energía, recurrir a energías limpias como la solar o evitar la contaminación atmosférica.
Hay muchas otras acciones necesarias, en las que debemos aportar nuestro grano de arena y estas imágenes nos las recuerdan: utilizar el agua sin derrocharla y limpiándola tras su utilización, frenar la extinción de especies en peligro, mantener la enorme diversidad cultural del planeta, alimentarnos con plantas cuidadas con técnicas ecológicas, asegurarnos de que el pescado y la carne que consumimos se obtiene de forma sostenible, apoyar los cultivos racionales, evitar los envases no reciclables, contribuir a limitar y a combatir los incendios, decir no al coleccionismo de especies exóticas y a su tráfico ilegal, ayudar a frenar la caza ilegal y abusiva, limitar el consumo de productos contaminantes y de detergentes no ecológicos, reciclar papel y otros residuos, reducir el consumo de plásticos, utilizar los transportes públicos y en especial los menos contaminantes, como el tren, reducir la contaminación acústica… e incluso apoyar el turismo sostenible y renunciar a viajar a destinos frágiles para evitar el deterioro que produce el turismo masivo.
Además de un deleite para los amantes de la fotografía o de la Naturaleza, la Fundación AXA pretende que esta exposición sea una llamada a la reflexión y al compromiso con la preservación de nuestro planeta. El naturalista Joaquín Araújo, comisario de la exposición, nos recuerda que la exposición nos da un toque de atención sobre la necesidad de comportarse con respeto con la naturaleza y de mantener unas relaciones sensatas con los recursos naturales. “Los gestos, pequeños y grandes son importantes para nuestra vida cotidiana y para salvar el planeta. Caminar y pedalear, retirar basuras, sentir compasión por los otros, la austeridad voluntaria… son peldaños que nos harán escalar hacia un mundo más limpio, vivaz, solvente y justo. En definitiva: ¡todos podemos ser parte de la solución!”, explica Araújo. “La exposición “Gestos para salvar el planeta” nos recuerda que la Tierra es un hogar que depende de nosotros: es única, es insustituible, pero también es frágil. Por primera vez, en más de 3000 millones de años, depende de las decisiones de uno solo de sus inquilinos: nosotros”.
“Somos muchos, aunque de momento minoría, los que pensamos que nada tiene solución si te excluye o te excluyes. La solución, todas las soluciones, comienza precisamente en uno mismo. Incluso cabe activar el mejor de los activismos cuando olvidas por completo las conductas ajenas y conviertes la tuya en una constatación de que es posible no conformarse con el esto es lo que hay. En suma: las propuestas para una conducta mucho más respetuosa con el entorno son pura cultura de la prevención, seguros de vida para la vida”.