Foto cedida por proyecto Libera.
El consumo de plástico continúa creciendo. La producción mundial ha pasado de 2,3 millones de toneladas en 1950 a 407 millones en 2015. Un estudio estima que, de todo el plástico que el ser humano ha producido durante estos 150 años en todo el mundo, el 79%, está acumulado en vertederos o en entornos naturales. El mismo estudio refleja que actualmente el 57% del plástico producido mundialmente acaba abandonado. Es el material más empleado y por ende, el más abandonado, especialmente en países donde no hay gestión de residuos o tienen una gestión deficiente.
Este depósito de plástico en entornos naturales tiene graves consecuencias sobre el medio ambiente. Debido a su baja densidad, algunos productos de plástico se dispersan fácilmente y, unido a su resistencia a la biodegradación, acaban contaminando la tierra y los océanos, amenazando a especies, sus hábitats e incluso nuestra salud. Con el paso del tiempo, estos plásticos abandonados en la naturaleza se fragmentan en porciones más pequeñas. Los microplásticos, con un tamaño menor a 5mm, están plagando las costas y los fondos marinos. Se estima que en nuestros mares y océanos hay entre 5 y 50 billones de microplásticos corriendo el riesgo de que entren en la cadena alimenticia. Los plásticos están llegado ya a nuestro cuerpo.
También en los ríos, embalses y pantanos podemos encontrar muchos de estos residuos plásticos abandonados, en su mayoría de productos de un solo uso. Los residuos más comunes encontrados en las campañas de LIBERA en 2017 y 2018, fueron las toallitas y las colillas (ambas compuestas de plástico), además de las latas de bebida. Muchos plásticos de un solo uso acaban formando parte de la basuraleza con un grave impacto ambiental. La estrategia europea para los plásticos ya contempla la necesidad de tomar medidas en 10 productos plásticos que se encuentran en mayor cantidad en la naturaleza.
El proyecto LIBERA, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, ha realizado una campaña sobre el plástico. La campaña tiene como objetivo llamar la atención de todos los ciudadanos sobre el impacto que tienen los plásticos abandonados en el medio ambiente y las posibles consecuencias que puede tener en la salud. “Los plásticos que abandonas pueden acabar en cualquier lugar de la naturaleza. Por ejemplo en tu cuerpo”. Para acompañar a la campaña se ofrece más contenido de sensibilización en www.proyectolibera.org/dondeacabalabasuraleza.
El terreno donde la comunidad científica internacional más ha avanzado es en el impacto de los plásticos en los mares y océanos, sobre todo en relación a la vida silvestre. Los primeros casos documentados de ingestión de plástico datan de 1966, cuando se encontraron 74 pollos de albatros de Laysan en un atolón del Pacífico . De entre los últimos datos obtenidos, destacan los de los investigadores de CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation) de Australia y del Imperial College de Londres, que han encontrado que la mayoría de las especies de aves marinas contienen plástico en sus intestinos y se estima que en 2050, el 99% de las aves marinas tendrán plástico en su aparato digestivo por ingesta directa .
La recopilación científica sobre El impacto del abandono de plástico en la naturaleza a nivel mundial recoge un estudio llevado a cabo por el Instituto de Ciencias Marinas de Virginia que demostró que grillos de la especie Acheta domesticus y otros insectos terrestres pueden ingerir plásticos desechados en la naturaleza y con ello acumular polibromodifenil éteres (PBDE), unos compuestos químicos medioambientalmente persistentes que se usan como aditivos en los plásticos y que se consideran tóxicos. Según otro estudio realizado en Estados Unidos, los seres humanos también estamos expuestos a los PBDE, principalmente a través del polvo y nuestra dieta.